lunes, 28 de noviembre de 2011

Me faltó café para la Bibiloteca

Hace tiempo quería contar una experiencia rara que me paso en un día normal de biblioteca.

Después de estar aproximadamente unas 3 horas sentado en aquella mesa, con una tabla debajo donde no me cabían las piernas, y además, que tenía unos rayajos que hacía que la letra pareciese una montaña rusa, empece a desvariar.

Como siempre, yo me tengo que fijar en todas las personas que tengo alrededor, si no se quien son, no puedo. Cuando ya tengo todo controlado, ya me concentro, y comienzo a estudiar. Pues en esa tarde, miraba a todo el mundo, pero me fijaba perfectamente en los gestos que hacían, y en el grado de desesperación o de concentración que tenían.



Pero lo gracioso fue cuando curiosamente me puse a mirar persona por persona, y la imaginaba durmiendo. Dormir, algo que hacemos todos, pero cada uno, de una forma personalizada. Pude ver durmiendo, a lo mejor, a seis o siete personas, entre ellas una parejita muy melosa, que no paraba de molestar. Al final, cuando ya llevaba muchas, pensé otra cosa. Las 200 personas que aproximadamente había en la biblioteca, y sumando a las "millones" que pueden haber en territorio español, nos sincronizamos casi a la misma vez, para meternos en la Cama, y dormir. 

Ya se que puede parecer normal, y sí, es evidente, pero sigue siendo curioso, somos taaaanta gente, que impresiona. Pero pensad que todas las personas, en vez de estar cada una en su cuarto, nos juntásemos a dormir en un único colchón gigante, cientos y cientos de personas, cada uno con su propia respiración, cada uno con su propia postura, cada uno vestido de diferente forma, unos con ojos abiertos y otros cerrados totalmente, algunas bocas con baba y otras resecas como la paja, unos abrazados con su pareja, o directamente a la Almohada. No se, sería infinito lo que podríamos descubrir si vemos a tan semejante masa de gente tirada, durmiendo placidamente. 

Es que no se, es genial.


1 comentario: