Haciendo la Maleta

Que rápido se pasa el tiempo cuando estamos a gusto en un sitio.  Y así ha sido, tres meses, se dice pronto, que tres meses, me quedo con todo lo vestido, desde los Trajes de Felicidad hasta los supuestos Trajes de Soledad.

Un comienzo de curso de los que merecerá la pena acordarse por cada carcajada y persona nueva conocida. Pensando que ya había sucumbido en personalidad, siento un nuevo cambio en mí, no puedo decir que lo veo todo de distinta forma, pero si un tanto transformada, como una ilusión.

Pero la situación va a empeorar ahora con todos nuestros quehaceres, aun así, debo acordarme de cada uno de los días que he reído, cantado y celebrado la suerte de vivir junto a mi querida gente oscense y  también con esta nueva familia local. 

Estoy seguro de lo que digo, sonrío al pensarlo.